Laia Sanz sobrevive de una pieza a la dantesca novena etapa del Dakar
- Pese a los riesgos de una jornada en la que la mezcla de factores ha provocado muchas caídas, la de KH-7 ha mantenido el tipo y ya está en el Top 20 de la general.
- “Ha sido una de las más peligrosas que he hecho en mi vida, llena de pasos con muchas piedras en zonas muy rápidas. Estoy muy contenta de haber llegado a meta entera”.
- “He estado muchos kilómetros metida en una nube de polvo, sin poder correr nada. Después he tenido una pequeña caída súper despacio en una zona piedras, pero sin consecuencias para mí ni para la moto”.
- “Hoy ha caído mucha gente, no sólo los que se han quedado fuera de carrera. Viendo el panorama, he decidido aflojar mucho y tomármelo con mucha calma para llegar hasta el final”.
Laia Sanz ya está en el Top 20. En circunstancias normales, por su ambición y talento le sabría a poco a estas alturas de carrera, pero ahora mismo es un resultado impensable para ella semanas atrás. La piloto de KH-7 ha terminado el día en una meritoria 23ª posición y, lo más importante, de una pieza tras una novena etapa que ha resultado dantesca.
Los últimos días serán los más duros. Así es como se presentaba el recorrido del Rally Dakar, antes de empezar, y así ha sido. El temido bucle Neom-Neom se ha convertido en una trampa para la categoría de las dos ruedas, que ha visto como varios de sus principales competidores sufrían caídas y debían abandonar. Quien más, quien menos ha terminado besando el suelo pedregoso de esta especial que ha transcurrido por el noroeste de Arabia Saudí, a tocar del Mar Rojo, y que ha deparado nada más y nada menos que 465 kilómetros de especial y 109 de enlace.
Así lo ha vivido Laia Sanz: “Ha sido una etapa muy peligrosa, de las más peligrosas que he hecho en mi vida. Estaba lleno de pasos por ríos secos con muchas piedras en zonas muy rápidas. Estoy muy contenta de haber llegado a meta entera, pero triste por mis compañeros Toby Price y Luciano Benavides, que han caído”.
No sólo las piedras han supuesto un hándicap en el recorrido, también la visibilidad ha sido muy difícil por las partículas en suspensión: “He empezado dentro del polvo, porque salía un poco retrasada y he estado muchos kilómetros metida en una nube, sin poder correr nada. Después he tenido una pequeña caída súper despacio en una zona de piedras y se me ha disparado el airbag, pero sin consecuencias para mí ni para la moto. Hoy ha caído mucha gente, no sólo los que se han quedado fuera de carrera. Viendo el panorama, he decidido aflojar mucho y tomármelo con mucha calma para llegar hasta el final”.
Este miércoles, décima etapa, con salida en Neom y 342 kilómetros cronometrados, más otros 241 por carretera hasta AlUla. El Dakar llega a sus últimos días, veremos cuántos y cómo llegan los ‘supervivientes’ que siguen en carrera.