Después de ganar el mundial 7 veces, Laia pierde en 2007 el que hubiera sido su octavo título al cometer un error inexplicable. Su amiga Iris Kramer le toma el relevo momentáneamente.
Empieza a participar en algunas del mundial júnior masculino para aumentar su nivel de exigencia y decide convertirse en piloto profesional para dedicar el cien por cien de su tiempo al trial. Suma su segundo doblete en féminas. Entre las distinciones que recibe, destaca su
Acaba 3ª en el campeonato de España Júnior masculino y se proclama campeona del mundo y, por primera vez, de Europa de féminas. Es el primero de cinco dobletes consecutivos. Ese año también se alza con el Trial de las Naciones con la selección Española.
Laia asiste a algunas pruebas de mundial masculino para ver, aprender y ayudar a Josep Manzano y a Toni Bou. En el torneo femenino renueva la victoria del año anterior.
Gana el nacional en la categoría cadete masculino. Hasta entonces, nadie había visto a Laia Sanz como un rival, ya que era la única chica que competía en categorías pensadas y destinadas para los chicos. Laia completa una de sus mejores temporadas ganando la primera
Acaba 3ª del Campeonato de España de cadetes y, tras consultarlo con sus padres, solicita permiso a la escuela para ausentarse de las clases una tarde a la semana para poder entrenar.
Después de unos años participando en el campeonato de Catalunya, debuta en el certamen nacional y termina en 9ª posición de la categoría cadete siendo, además, la única chica. Ese año también participa en el primer campeonato de Europa femenino (aunque sin reconocimiento oficial) y
Primera victoria en categorías masculinas, con una moto de 80 cc. Esa misma temporada participa por primera vez en un trial femenino, donde compite con unas 50 chicas procedentes de todo el mundo.